lunes, 29 de junio de 2009

Typical Spanish


"No se puede hablar de decadencia española en sentido estricto, porque para decaer hay que caer desde algún sitio y España no ha llegado a cúspide alguna."
José Ortega y Gasset

Otra vez. No hay forma de dar un paso por este puto país sin toparse con la ignorancia. Typical Spanish. No hay forma de salir a la calle y mantenerse al resguardo del tufo pestilente que sale de la boca de esta gente, y que ellos llaman pensar. Es imposible, totalmente imposible, ponerse un impermeable que logre mantenerte impoluto ante la sarta de estupideces que un "alelado" (que es como empieza a referirse al nativo de España), suele decir por el orificio podrido y carcomido al que llama, irónicamente, boca.
Luego, no me extraña entonces la situación del Parlamento Europeo, que da la bienvenida a los nietos del NSDAP.
Al menos el resto de Europa acepta ser fascista. Sin embargo, al español, cuando le plantan el micrófono delante para una encuesta enseguida hace recortes en su cuota de odio racial, para quedar bien, supongo. Y así el 65% de los españoles afirma ver con buenos ojos la existencia de diversas etnias en España. Consuelo Rumí, secretaria del Observatorio Español de Racismo y Xenofobia, después de partirse el bazo ante la falsedad de los encuestados, afirmo: la existencia de un nuevo tipo de racismo. Un racismo que se descarga en las casas, en el barrio y en momentos de la vida cotidiana, pero que se oculta en público.
Y así uno sale a la calle, y escucha esos comentarios de la gente en el bar, en el tren, en cualquier rincón. Y ve esas caras. Esas caras desencajadas llenas de odio. Un odio a lo desconocido. Pero un odio nefasto como un cáncer. Se trata de una pandemia psicológica, que ya arremetió contra el mundo en la Alemania del III Reich, en la Europa de los Balcanes en los '90, y que quizá vuelva a arremeter. Me carga deducir matanzas a través de los odios generalizados en una sociedad (esta vez la española, y también la europea), pero es inevitable.
Cada vez empiezo a pensar que al final, si sucede, es que os lo habréis merecido. Si al final obtenéis de este odio racial una guerra, o matanzas enfrente de vuestra casa, si por represalias os matan al hermano o al padre... es que os lo habréis merecido, por cabrones y por hijos de puta, pero sobre todo por imbéciles, por ignorantes y por cobardes los que os callasteis. Y cada vez mas empiezo a pensar que al final, si acaba sucediendo, espero que este país y Europa acaben derramando más sangre que los otros. Así por lo menos será un poco más justo el asunto.



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